9 de enero de 2009

32 inviernos

Y lo curioso es que no me siento tan distinta, en esencia, de cuando tenía 25 ó 26. En algunos aspectos, ni siquiera me siento distinta de cuando tenía 21 ó 22. Pero el tiempo pasa, implacable.
Si echo la vista atrás, me doy cuenta de que no tengo casi nada de lo que pensaba tener a esta edad cuando era pequeña, aunque sí otras muchas cosas con las que no había contado. Y es que por mucho que planeemos nuestro futuro, nuestra vida puede dar un giro inesperado en cuestión de segundos.
Así que, desde hace ya unos años, aunque la edad empieza a pesar, me lo tomo con optimismo y me dedico a disfrutar un año más de todo lo que la vida me ha ido brindando y a intentar no perderme ni un minuto de nada.

6 comentarios:

  1. Felicidades, por los 32 años, y por todo lo demás :)

    ResponderEliminar
  2. Feliz cumpleaños. Muchísimas fe
    La edad no pesa. Tienes toda la vida por delante. Has aprendido un montón de cosas, aunque te quedan muchas por aprender. Tienes todo más claro.

    Y en cuanto a "no tengo casi nada de lo que pensaba tener a esta edad cuando era pequeña" la mayor parte de esas cosas son impuestas, que si casa propia, novio formal y tal, quizas churumbeles. Vive tu propia vida, no la que los demás quires que vivas.

    Mil besos y abrazos

    ResponderEliminar
  3. pd. casi cumples los años el mismo dia que mi papa, por cinco dias nada más

    ResponderEliminar
  4. La vida es muy distinta a la época de nuestros padres..., ahora podemos tener 30, o 32, y seguir actuando o sintiéndonos como niñas de 22, que vivan los 22!!! :D

    ResponderEliminar
  5. Ekeba con 22 años no eres una niña eh

    ResponderEliminar